Paralelo 40º: Observatorio Mundial de la Dieta Mediterránea
Aunque parezca que estamos hablando de coordenadas, detrás de la llamada estrategia del paralelo 40º se esconde una iniciativa para promocionar, recopilar y difundir la investigación acerca de los beneficios de la Dieta Mediterránea y no sólo su valor alimentario y gastronómico, sino también desde la vertiente de la salud, la cultura, la economía y el medio ambiente.
¿Por qué este nombre?
La latitud de una determinada región determina su climatología y ésta a su vez la agricultura y el estilo de vida. Así el cultivo de aceitunas (por todos es conocido que el aceite de oliva es un símbolo de la Dieta Mediterránea) y de algunas frutas y verduras de proximidad está más ligada a la climatología que a la proximidad al Mar Mediterráneo, situado precisamente en el paralelo 40º.
¿Quién está detrás de la iniciativa Paralelo 40º?
La Fundación Dieta Mediterránea, creada en el año 1996, es la encargada de difundir la información y el conocimiento de los estudios científicos que investigan los beneficios asociados a este estilo de vida y elabora recomendaciones saludables en torno a hábitos alimentarios para la población general. La alimentación cada vez más alejada del modelo Dieta Mediterránea conlleva una pérdida de calidad de vida y un incremento de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la obesidad, la diabetes, el deterioro cognitivo e incluso algunos tipos de cáncer.
Así se ha creado el llamado Observatorio Mundial de Dieta Mediterránea para monitorizar este estilo de vida y difundir sus beneficios y los resultados de los estudios. El Comité Científico del Paralelo 40º reúne a científicos internacionales del más alto nivel y está dirigido por el Dr. Ramón Estruch coordinador del ensayo clínico sobre Dieta Mediterránea más importante hasta la fecha (estudio PREDIMED). Según datos de este estudio, la alimentación cada vez más alejada del modelo Dieta Mediterránea conlleva una pérdida de calidad de vida y un incremento de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la obesidad, la diabetes, el deterioro cognitivo e incluso algunos tipos de cáncer.
Otro ejemplo de investigación reciente (2017) relaciona precisamente el beneficio de la Dieta Mediterránea sobre el TDHA y ha sido considerado uno de los más relevantes publicados en la prestigiosa revista Pediatrics. La investigación sugiere que algunos hábitos alimentarios inadecuados influyen en el desarrollo de este trastorno y que definir unas estrategias dietéticas concretas podría mejorar la calidad de vida tanto de los afectados como de sus familias.
Alimentos que incluye esta estrategia
Desde el punto de vista nutricional, se destacan las muchas propiedades beneficiosas de este patrón alimentario basado en:
- La elección del tipo de grasas: consumo diario de aceite de oliva y consumo semanal de pescados y frutos secos.
- Las proporcionales nutricionales que se esconden en sus recetas tradicionales (basadas en hidratos de carbono procedentes del arroz, el pan o las patatas en equilibrio con vegetales y proteínas de carnes magras, huevo y legumbres.
- La riqueza en micronutrientes y antioxidantes, derivado del consumo de frutas y verduras frescas de proximidad así como del uso de especias y hierbas aromáticas propias de este lugar del globo.
- Destacando el consumo de agua como bebida de elección, aunque asumiendo un consumo moderado en adultos sanos de vino durante las comidas.
En conclusión
La creación de iniciativas y observatorios que velen por la continuidad en la investigación, divulgación y sensibilización sobre los beneficios asociados a la adherencia al estilo de vida de la Dieta Mediterránea, y no sólo a sus alimentos, nos permite conservar este patrimonio inmaterial de la Humanidad y conocer más sobre sus indicadores estratégicos así como la influencia que tiene en la cultura, la economía, la gastronomía, la sociedad, la historia y el medio ambiente.
Referencias: