Etiquetado nutricional

Listado de la etiqueta: Etiquetado nutricional

Pasillo de un supermercado. Usted con su cesta (o carrito) de la compra busca un determinado producto y cuando lo encuentra, numerosas referencias sobre el mismo le hacen dudar sobre cuál es mejor desde el punto de vista nutricional (además de la relación calidad-precio u otros parámetros). Entonces le da la vuelta a la etiqueta y se dirige a la lista de ingredientes y la tabla de información nutricional. Allí diversas cifras, expresadas en gramos y en miligramos, se mezclan con siglas y porcentajes, como las VRN (Valor de Referencia Nutricional). ¿Le suena?

Dentro del plan de acción global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control y prevención de obesidad y sus factores asociados se recomienda no sólo promover una dieta saludable sino también la implementación del etiquetado nutricional de los alimentos.

Y es que el etiquetado nutricional es la forma que tiene la industria alimentaria de comunicarse con el consumidor pero esa comunicación muchas veces es ilegible y confusa.

Logotipos en el frontal de la etiqueta de los alimentos envasados

Por eso, entre ese baile de cifras que aparecen en la parte posterior de la etiqueta y que en ocasiones nos cuesta leer e interpretar parece acertada la iniciativa de colocar un logotipo simple sobre la parte frontal. Así de un solo vistazo podría mejorar la selección de alimentos y aumentar la calidad nutricional de la cesta de la compra.

Uno de los modelos propuestos, y hasta el momento de uso voluntario por parte de la industria alimentaria, es colocar un sistema de etiquetado frontal en el que aparezcan tres colores para indicar si ese producto es rico o no en determinados nutrientes.

El sistema del semáforo nutricional clasifica con color rojo, amarillo o verde los nutrientes de los alimentos para catalogarlos como más o menos saludables en función de su contenido en grasa, grasa saturada, azúcar o sal, así como indicar su valor calórico y el porcentaje que representa sobre las recomendaciones para un adulto medio (actualmente situadas en 2.000 Kcal al día).

 

Este sistema tiene sus limitaciones. Una de las polémicas surge del hecho de que algunos productos establezcan este código por 100 gramos (que sería lo lógico para establecer unanimidad entre todos los productos) o bien por dosis recomendada como se puede apreciar en el ejemplo (25 g). De esta forma no permite la comparación entre alimentos de la misma categoría si ambos no establecen el código de colores a igualdad de gramaje.

Otra controversia surge para determinados alimentos. Por ejemplo si pensamos en el aceite de oliva, símbolo de la Dieta Mediterránea, está claro que para el nutriente “grasa” el color aplicado será el rojo lo que puede inducir a confusión al consumidor y llevarle a excluirlo de su dieta diaria.

Diversos modelos por países, falta de unanimidad

Aunque el semáforo nutricional o traffic light propuesto por el Reino Unido sea uno de los más utilizados en España, lo cierto es que otros países han diseñado otros modelos como por ejemplo el “keyhole” de los países escandinavos, el modelo “choices” de los países bajos o el “nutriscore” propuesto por Francia.

Actualmente no existe unanimidad sobre cuál es el más adecuado pero tampoco existe obligatoriedad en su inclusión en el etiquetado lo que deja un vacío que promueve que algunas empresas de la industria alimentaria sólo lo utilicen en aquellos de sus productos que “aprueban con el color verde” en los nutrientes más polémicos.

En conclusión

Teniendo en cuenta que la dieta es una pieza fundamental en la prevención y manejo de la obesidad y los factores asociados (colesterol alto, diabetes…) el acto de la compra representa uno de los pasos fundamentales para el diseño de su dieta semanal y la de su familia.

La instauración de sencillos sistemas con código de colores podría ser una buena medida para orientar a los consumidores hacia una mejor elección de los alimentos que adquieren basada en su calidad nutricional pero deben antes establecerse criterios de unanimidad.

Fuentes:

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2174-51452015000200006