Los beneficios del aceite de oliva, un aliado para tu salud
El aceite de oliva está considerado como uno de los alimentos esenciales de la dieta mediterránea por su historia, su sabor y su riqueza nutricional. Se trata de un ingrediente que, además de combinar con la mayoría de nuestros platos favoritos, también aporta numerosos beneficios a nuestro organismo y contribuye a reducir el riesgo de padecer enfermedades muy ligadas a los malos hábitos de alimentación.
La base de los menús para los alumnos y alumnas de Scolarest
En Scolarest, conscientes de los beneficios del aceite de oliva, cocinamos todos nuestros menús exclusivamente con Aceites de Oliva de España, reforzando nuestro compromiso de favorecer el bienestar tanto de los alumnos y alumnas de los comedores escolares como de las familias. Esto es posible gracias a un acuerdo con la Interprofesional del Aceite de Oliva de España, con el que más de 120.000 niños y niñas en edad escolar de 700 escuelas repartidas por España. De esta manera, en Scolarest continuamos consolidando de forma natural los hábitos alimenticios saludables en los ninos y niñas en edad escolar y continuamos apostando por la mejora constante del bienestar a través de una alimentación sana y equilibrada.
Una fuente rica en vitaminas
Entre las propiedades nutricionales del aceite de oliva destacan las vitaminas A, D, E y K. La vitamina A resulta fundamental para nuestro cuerpo ya que mantiene los tejidos blancos y óseos, y contribuye en el buen desarrollo de la vista, de la piel y previene las infecciones; la E es esencial para el buen funcionamiento de diferentes áreas de nuestro cuerpo, desde el sistema nervioso hasta los músculos, pasando por el aparato cardiovascular; la D Regula los niveles de calcio y fósforo en nuestra sangre y ayuda a que nuestros huesos mineralicen y se formen mejor; y la K nos ayuda a coagular la sangre, a metabolizar nuestros huesos y también protege la memoria, la capacidad de aprendizaje.
Un aliado para tu salud
Es ya reconocido por el mundo científico que el aceite de oliva virgen es un perfecto aliado contra infecciones bacterianas y víricas dado que aumenta la cantidad de células que participan en el proceso defensivo de nuestro cuerpo aportando una mayor resistencia ante agentes patógenos externos.
Además, el aceite de oliva está compuesto fundamentalmente por ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), un elemento que ayuda a nos ayuda a mantener a raya los niveles de colesterol perjudicial (el LDL) y aumenta los del colesterol bueno. Entre otros beneficios, el aceite de oliva también ayuda a reducir la presión arterial, la tendencia a formar trombos en la sangre o la oxidación.
Por otra parte, numerosos estudios también han constatado que el aceite de oliva es antiinflamatorio y podría tener un efecto beneficioso para las articulaciones, disminuyendo el dolor artrítico. Sus propiedades nutricionales también pueden ayudarnos para diferentes situaciones, como activar la digestión, lograr ir al baño con más facilidad y además podría estimular la secreción de bilis, que ayuda a digerir los alimentos y evitar pesadez después de las comidas.
Por estos motivos, los conocedores de la materia aseguran una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra ayuda a reducir en hasta un 66 % el riesgo de sufrir problemas de circulación en piernas y brazos y en 30% el riesgo de padecer un accidente cardiovascular y la posibilidad de desarrollar diabetes. También se ha descubierto que esta dieta es eficaz para prevenir la obesidad y que, incluso, ayuda a retrasar el deterioro cognitivo ligado a la vejez.
Un alimento muy saciante
El aceite de oliva también podría resultar clave para ayudarnos a perder peso según los nutricionistas. Eso sí, siempre en el marco de una alimentación equilibrada. Esto podría deberse a su composición: rica en grasas monoinsaturadas, que suelen generar más saciedad y ayuda a acelerar el metabolismo, lo que podría ayudarnos a eliminar grasas no saludables y, a su vez, a no comer en exceso.
No obstante, hay que tener en cuenta que el aceite de oliva no es un ningún ingrediente mágico, por lo que su consumo debe de ser moderado – los expertos aconsejan una cucharadita en cada comida- y para realmente obtener sus beneficios, siempre debe ir acompañado de una dieta equilibrada según tus requerimientos específicos.